El Liceo Nº 4 de Mercedes viene trabajando de acuerdo a lo planificado más allá que sobre la marcha se presentan algunas situaciones por momentos complejas pero que se intenta solucionar para dar respuesta a los estudiantes.
Así se desprende de las manifestaciones de la Directora de dicha casa de estudios, profesora Cristina Fernández quien señaló entre otros conceptos que el tema de ser un liceo de tiempo completo resulta una experiencia nueva para todos, docentes y alumnos.
Como se recordará cuando comenzó a funcionar lo hizo solo con grupos de primer año, cuatro en total, por tanto se tenían suficientes horas de taller así como el personal adecuado y ese primer año fue muy bueno y se notó un gran involucramiento de todo el equipo de gestión y docente.
“Ahora se trabaja con plan de acción. El proyecto de centro es a más largo plazo pero las inspecciones piden plan de acción del año y nosotros lo cumplimos. Hacemos un diagnóstico de los grupos y luego se presentan las propuestas a los profesores y el equipo de gestión es que lo redacta”.
Expresó que algunos alumnos que llegan al liceo lo hacen con problemas en la lecto escritura y razonamiento lógico que en realidad “es lo que falta en todos lados”.
Recordó que el año anterior hubo solo diez repetidores del caudal estudiantil que allí concurre lo que significa un 10 % del total “y con características especiales; la deserción hasta ahora no existe. Se fue un chico pero porque cumplió los 15 años, y lo hizo por cuenta de él y no porque el centro lo hiciera. Promovió primero y pasó a los planes que implementamos en el Liceo Nº 2, Plan 2012 nocturno, muy bueno, destinados especialmente para aquellos que están fuera de la edad promedio del Ciclo Básico”.
Año 2018
El 2018 comenzó el ciclo lectivo con grupos de primero y segundo dijo Fernández “y ya tenemos problemas. El liceo de tiempo completo tiene una metodología muy especial. Es una mixtura; la parte curricular es la formulación 2006 pero tiene a su vez los talleres que son obligatorios. Optativos e cuanto a gusto pero obligatorios cursar. Los chicos van en la mañana, comparten el almuerzo en el centro y continúan los estudios hasta promediar la tarde. Los talleres sirven para aprender lo que no hace en el salón de clases. Se habla de la diversidad y los talleres son para eso, aprenden de otra manera.”
Reconoció que el Liceo es especial porque la familia de los chicos está muy presente.
Consideró que no es buena idea que haya una categorización liceal por matrícula de estudiantes porque en cierta manera desnaturaliza el propósito del establecimiento.
Lo importante es que a cada situación que se presenta se trata de solucionar para dar respuesta a los chicos “que son el centro de nuestra preocupación”.
El liceo actualmente cuenta con cinco grupos de primer año y cuatro grupos de segundo. “la metodología de trabajo que tiene el liceo obliga a que cada grupo no tenga más de 25 alumnos y “ya desde el vamos como en todos los liceos del país nos anotaron 30 chicos pero a insistencia nuestra se creó un nuevo grupo. Los talleres hubo que replantearlos para poder trabajar porque había 60 estudiantes y el primer día querían renunciar todos los talleristas. Por otro lado nos sacaron el cargo de subdirección y solo nos habían dejado dos adscriptas con cinco grupos más. No entendían que esos nueve grupos están en la mañana y en la tarde y por tanto marca como que hubiera 18. Tanto insistimos desde Dirección que logramos más personal. Hay muchas cosas que ajustar en Secundaria, porque realizan recortes pero los hacen mal, porque no pueden quitarle al Liceo un cargo con el doble de alumnos sin querer darnos más”, dijo la jerarca quien remarcó las buenas expectativas para el año lectivo en curso.